Reducir las fricciones que obstaculizan el intercambio de datos es un objetivo clave para muchas iniciativas multipartitas. La puesta en común de datos entre múltiples aliados se caracteriza por unos costos de transacción significativos que tienen que ver sobre todo con el tiempo y la energía necesarios para alcanzar y formalizar un acuerdo y traducirlo en infraestructuras adecuadas y mecanismos de cooperación que funcionen correctamente.
Las iniciativas pueden aportar valor a sus miembros reduciendo estos costos y, por tanto, el tiempo que se tarda en compartir los datos de forma efectiva. La mayoría de las veces, esto requiere desarrollar activos o herramientas reutilizables que puedan aprovecharse para acelerar la consecución de un acuerdo y la creación de canalizaciones de datos. Por ejemplo, la Alianza para el Desarrollo de Datos reduce el tiempo necesario para llegar a acuerdos y los costos de transacción tanto para los proveedores de datos como para los usuarios, proporcionando un modelo de acuerdo jurídico común (que no necesita negociarse caso por caso) y una infraestructura de intercambio y almacenamiento de datos fácilmente disponible. Estos activos ya están listos y pueden ser adoptados por nuevos aliados potenciales sin largas negociaciones.
La reducción de costos como estrategia para aportar valor a los aliados también puede referirse a las fases del ciclo de vida de los datos más allá de la fase de intercambio. A modo de ejemplo, la California Data Collaborative ahorra a sus miembros los costos asociados a la contratación de grandes equipos de científicos e investigadores de datos, ya que éstos son contratados y puestos en común por la Collaborative a una tarifa más baja para todas las agencias de gestión del agua. La reducción de costos es una estrategia visible y cuantificable para que las iniciativas de puesta en común de datos aporten valor a los miembros.